lunes, 23 de julio de 2012

No sabía si era un pez, un pájaro

o una flor.

Sólo sabía que quería encontrar la coordenada

de la Libertad.

Entonces, cerró su OJO

y al fin pudo VER adentro.

Los millares de ojos que habitaban su piel,

registraban con sutil exquisitez,

la textura del entorno.

Milímetro a milímetro.

Instante a instante.

Escuchó, el SILENCIO.

Sólo así pudo comprender

su naturaleza indivisible con lo que lo rodeaba.

Ya no importaba si era un ave, un árbol, o un caracol

Existía.

y eso era todo lo que necesitaba saber.


por Indira Apartin*

No hay comentarios:

Publicar un comentario